TUNEZ

               

          Pocos lugares en el mundo hay de una belleza natural y riqueza histórica y étnica como Túnez, el país más pequeño de África del Norte, enclavado entre Libia y Argelia, que limita al norte con el Mediterráneo, y al sur con el desierto del Sáhara. Un lugar muy hermoso y tranquilo, un mosaico de luz y color en medio del desierto. Es un verdadero oasis, muy fácil de acceder para el turista; está – por ejemplo – a una hora de vuelo de Roma.

          La belleza de las ciudades tunecinas es única e incomparable, y también bellísimas son sus mujeres, de las etnias más diversas, sobre todo las bereberes, entre las cuales hay muchas rubias de ojos azules. Menciono a las mujeres tunecinas, porque – pese a la gran mayoría musulmana – son las que disfrutan de más libertad e independencia, y en las ciudades puede verse mujeres solas, vestidas de manera occidental,  tomándose un café en los lugares públicos, o fumando, en fin como si se estuviera en cualquier país de occidente, además protegidas, por el perfecto sistema de seguridad que en esa nación existe.

          Su capital, llamada también Túnez, es la antiquísima Cartago, de los fenicios, conquistada y destruida por los romanos en el siglo 2 antes de Cristo. En ella hay sitios de incalculable valor histórico y edilicio, pero también como está dicho, de gran belleza. Sobre el Mediterráneo se encuentra el pueblo de Sidi Bou Said, con la totalidad de sus casas pintadas de blanco, con las puertas y ventanas color celeste, que le confieren un aspecto muy particular, una sensación de frescura y luminosidad, que resulta muy agradable para quien lo  visita, especialmente los lugares públicos como el famoso Café de las Delicias, preferido por el turismo, donde es posible sentarse por horas contemplando el mar azul con los barcos blancos que completan el cuadro. En este lugar hay también muchos puestos de artesanías, especialmente de alfarería árabe, y telas de rica factura.

          En otros puntos de la capital y otras ciudades  de Túnez se encuentran ruinas, iglesias, mezquitas, edificios y lugares que son considerados patrimonio de la humanidad, como las Termas de Antonino, del s.II, la catedral de San Luis de Cartago, el Museo del Bardo, donde se puede apreciar buena cantidad de elementos y objetos artísticos de la época fenicia de la ciudad, el Bab El Bhar, o Porte de France, el Jem, anfiteatro con capacidad para 35 mil espectadores, construido en la época de dominación romana, y conservado increíblemente en gran parte por el clima benigno de esa zona.

          Túnez tiene muchas ciudades, Susa, Kairvan, Bizerta, Hammamet, etc., muy próximas unas de las otras, y todas de gran belleza y originalidad, ya sea por su aspecto edilicio, o por los tesoros arqueológicos que conservan. Hacia el sur, hacia el desierto, está la posibilidad de conocer una casa troglodita, en Matmata, excavada en la roca, o en Douz, hacer un paseo en camello, hasta de dos días, saliendo al amanecer o al atardecer, que son las horas en que por lo severo del clima se puede contratar un viaje de estas características. Los guías de turismo no recomiendan a quien quiere salir al desierto lo haga solo, pues es facilísimo perderse si no se es conocedor del lugar.

          En pocas palabras, Tunez tiene belleza, historia… y misterio.

          Uno de los mejores lugares del mundo donde hacer turismo.

REPUBLICA TUNECINA Ó TÚNEZ:

Población: 11.800-000 habitantes . Etnia, Mayoría árabe y bereber.

Capital: TUNEZ

Idioma: Oficial, árabe. También se habla francés, ya que fue protectorado de ese país hasta 1956.

Moneda: El Dinar Tunecino.